Casas Valdelarco. Sierra de Aracena. Huelva. España

El patrimonio Histórico de las poblaciones de la sierra es muy importante y existen vestigios de la cultura árabe y sobre todo cristiana, con numerosas iglesias, castillos, y otros monumentos que datan del siglo XI en adelante. Los habitantes conservan una cultura genuina derivada de la cría y maatana del cerdo ibeérico en un marco de naturaleza exuberante

El clima predominante es el Mediterráneo y se ve favorecido por las montañas que hacen que la temperatura media sea inferior que en la zona costera. Los veranos en la sierra son muy agradables, mientras que en pleno invierno son raros los días en los que el termómetro baja de 0 ºC.

La abundancia de lluvias ha favorecido la formación de extensos bosques de castaños,  dehesas de alcornoques y de bosques galerías de chopos y rosales silvestres en los cauces de innumerables arroyos, además de encinas y de otras especies del bosque Mediterráneo. El clima permite el nacimiento de numerosas especies de setas y hongos, siendo esta zona una de las de mayor importancia micológica de Europa. La vegetación es abundante: la jara, el romero, el lentisco, el cantueso y la cornicabra.

Entre las especies animales que habitan esta zona protegida se encuentran los buitres negros y leonados, águilas reales, imperiales, perdiceras, calzadas y culebreras, halcones, cernícalos, azores y cigüeñas.  Al amparo del tapiz vegetal habitan linces, meloncillos, garduñas turones, ginetas, tejones, ciervos, jabalíes, nutrias, etc.

El pueblo  de Valdelarco se sitúa, a una altitud aproximada de 650 metros sobre el nivel del mar. Descansa a la entrada de un hermoso valle que tiene forma de arco, siendo el origen del toponímico. Sus casas se desparraman por la ladera del monte, con calles empinadas e irregulares, ofreciendo al visitante una estampa realmente singular. Destaca el blanco, antaño marrón rojizo por los muros tapiales (de tierra) de sus fachadas, en contraste con el verde intenso de la sierra.

En cuanto a la arquitectura religiosa de Valdelarco, merece señalar la iglesia parroquial, de estilo neoclásico, que data de 1768. Pedro de Silva, maestro de obras del Arzobispado de Sevilla, mandó levantar sobre el templo arruinado a causa del  terremoto de Lisboa. Destaca de la construcción el equilibrio de sus proporciones, hoy excesivamente iluminada, la sencillez de su interior y la majestuosidad del emplazamiento sobre el que se alza, simbolizando el imperio de lo divino sobre lo terrenal.

Entre los elementos de la arquitectura civil del municipio destacan los corredores, un tipo de terraza cubierta, también llamado solana, que es el alma de un paisaje urbano y la imagen que perdura en el recuerdo de cuantos lo visitan. Pocas edificaciones resultan por sí mismas importantes, desde un punto de vista arquitectónico, es el conjunto homogéneo del caserío, y su integración con su entorno natural, lo que adquiere valor. El casco antiguo de Valdelarco está declarado por la Junta de Andalucía Conjunto Histórico-Artístico desde el 9 de Mayo de 1.983. A pesar de ello el Casco antiguo de Valdelarco no ha dejado de sufrir desafortunadas intervenciones. Sin embargo, se pueden destacar algunas edificaciones de interés:

1.- El pequeño cementerio, situado en la prolongación de la calle Júpiter, aislado y bien integrado en su entorno; actualmente los antiguos nichos encalados están dejando paso a otros de mármol negro brillante.

2.- El Antiguo molino de agua en calle Estrados y Espejo por donde transcurría el cauce del arroyo de Valdelarco hoy entubado. Las obras de rehabilitación del Molino para hotel iniciada en 2007están paradas y la mayor parte del mismo perdida.

3.- Edificación rústica exenta en calle Escoba esquina con calle Espejo.

4.- Casa corredor haciendo esquina en calle Atocha junto a la Iglesia, la casa del cura. 

La gastronomía es sin duda otro de los grades valores que atesora la sierra de Aracena. En Valdelarco dan cumplida cuenta de su riqueza los tres bares - restaurantes que existen en el pueblo:

Bar “El Gordo”, antes el de Emiliano o "Bar Arroyo" en la plaza de abajo que hace las veces de casinillo del pueblo, del cual se recomiendan los platos de carne de cerdo ibérico acompañados de pimientos rojos a la plancha con un sabor dulce exquisito y el bacalao frito.

El bar de Francisco Manuel, antes establecido en una antigua casa colmenera en la que una secuencia de estancias era utilizada sin apenas cambios para el bar. Desde Abril de 2001 los inquilinos de dicha casa se han trasladado al nuevo mesón serrano, en la calle Batuerto, inaugurado con el nombre de “Bar Victoria”. En este último se pueden degustar platos de setas guisadas, así como un sabroso solomillo ibérico relleno. Hoy ha incorporado al restaurante una tienda de buenas conservas naturales, jamones, chacinas, etc. del lugar.

El restaurante “Las Catorce Arrobas” se encuentra establecido en una antigua edificación rústica para guardar ganado o majada, de ahí su primer nombre “La Majá” abierto por la segunda alcaldesa que ha tenido este pueblo. En sus salones y patios entre viejos muros tapiales sus actuales dueños sirven buena carne de cerdo ibérico a la brasa, solo los fines de semana y fiestas de guardar. 

Entre otros establecimientos cabe destacar un matadero familiar de cerdos ibéricos, llamado “Manarro”, en el que de forma artesanal se elaboran chacinas y jamones. Estos últimos se curaban en el antiquo secadero de jamones con que contaba la citada empresa. Tiene un despacho abierto al público en la calle Doctor Domínguez Adame.

A la vida del municipio se suma a media noche el disco-pub  de Manuel en la calle Batuerto y cierra cuando lo abandona el último de sus feligreses.