La pesca en el río Guadiana fue una importante fuente de recursos para las poblaciones ribereñas, produciéndose su declive durante el S. XIX a raíz de la contaminación del agua por las explotaciones mineras en ambos márgenes. Desde la desaparición de la minería la calidad de las aguas se ha recuperado y el estuario se ha restituido como una de las masas de aguas mas fértiles.
Actualmente, la actividad económica en el río se ha centrado en la explotación de las salinas y en las instalaciones de acuicultura situadas al sur.
La pesca ha sufrido un período de sobreexplotación para pasar a convertirse en una actividad deportiva en vez de un recurso económico.