A caballo entre la sierra y la costa onubense se encuentra la cuenca minera que ocupa la franja pirítica intermedia de la provincia, desde Aznalcázar en Sevilla hasta el Guadiana pasando por Riotinto, Valdelamusa, La Zarza, San Telmo, Tharsis y Herrerías. El inicio de estas explotaciones se remonta a épocas bíblicas, teniendo gran esplendor en época romana y siendo las de Riotinto junto a las de Chipre probablemente de las más antiguas del mundo. El 95% de la pirita extraída en España ha sido históricamente de procedencia onubense.
Fruto de esta riqueza y de su explotación, hoy en clara decadencia, son muchos de los elementos patrimoniales que forman el legado industrial de la provincia. Muchas de las costumbres, de la arquitectura, de los apellidos que hoy nos encontramos por estos lares tienen su origen en ese periodo del siglo pasado de dominación inglesa que comienza en 1855 con la venta de las minas de Tharsis y que continúa a partir de 1873 cuando la Riotinto Company Limited (RTCL) comienza a explotar los principales yacimientos a cielo abierto. Estas dos compañías mencionadas pasaron por ser en su época las más importantes compañías mineras del mundo, siendo las que empleaban mayor número de mano de obra en España.
Para dar salida al material extraído en las entrañas de la tierra hubo que construir líneas férreas, con sus puentes, sus viaductos, etc., que acercara el material a la gran autopista de la época que era el mar. El primer ferrocarril minero construido fue el de Buitrón (1870, 49 km. Una de las primeras líneas de España), al que siguieron el de Tharsis (1871, 91 km) y Riotinto (1875, 84 km).
Justo en el punto de encuentro de esos dos medios de comunicación, tren y barco, se construyeron magníficos ejemplos de arquitectura e ingeniería industrial en acero que aún perviven, aunque algo mutilados: los cargaderos de mineral de Thasis (1971) y Riotinto (1876), ambos en la ría del Odiel de Huelva. Tienen su origen en los pier del sur de Inglaterra que surgen a principios del XIX para el tráfico marítimo, siendo utilizados hoy día principalmente como lugares de esparcimiento y diversión. De similares características es también el cargadero de Alquife, en Almería.
Mucho más modesta fue la compañía Minas de Herrerías, que explotó el yacimiento del mismo nombre y otros de menor rango situados en la zona más occidental de la provincia, en el municipio de Puebla de Guzmán.
Para dar salida a las piritas extraídas se aprovechó históricamente la navegabilidad del Guadiana, construyéndose por parte de The Bede Metal & Chemical Co. Ltd. una línea férrea de 30 km inaugurada en 1888. La abrupta topografía de las márgenes del río condicionó la construcción del cargadero y el sistema de transporte del mineral del tren al barco, convirtiéndose en un magnífico ejemplo de ingeniería industrial. Guarda semejanza con los depósitos de minerales junto a la ría del Tinto en Huelva y con otro existente en el extremo opuesto de Andalucía: Las Menas (Almería).
El trazado de ese ferrocarril minero transcurre por los términos municipales de Puebla de Guzmán, El Almendro y El Granado, con un recorrido de aproximadamente 30 km. Actualmente el tramo final, desde la mina La Isabel hasta el Puerto de La Laja, de unos 17 km, fue adquirido por los Ayuntamientos implicados y convertido en Vía Verde del Guadiana para uso de bicicletas, paseantes y caballistas. A lo largo del recorrido y en sus proximidades existían otros núcleos de población habitados por el personal que trabajaba en las minas: Cabeza de Pasto, La Isabel, El Sardón, etc.
Uno de estos asentamientos se construye junto al embarcadero para dar alojamiento a los ingenieros de la mina, al práctico del Puerto y a los obreros, al igual que junto al embarcadero de Tharsis se construye en Corrales un poblado minero. Se organizan con una tipología típica de cuarteladas mineras (hileras de viviendas de una planta, adosadas, con cubierta de teja a dos aguas). Además de las viviendas se construyó el resto de maquinaria e instalaciones necesarias para el correcto embarque del mineral, como eran tolvas, planos inclinados, grúas, básculas, depósitos, muelles de atraque y casa de máquinas.